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hidenka y sus lunares

cuento de primavera

cuento de primavera
Érase una vez un principito que creía que no era valiente porque se le arrugaban las palmas de las manos cuando sonreía. Olía a nube de fresa de la feria y siempre miraba hacia dentro.
Tenia una princesa perdida en el tiempo que no encontraba una noria a la que subirse y se la llevó a los coches de choque diciendo “dicen que la gente se besa más en el noria pero, q coño! a la mierda las estadísticas!”
Ella temerosa miraba al vacío y se relamía los labios llenos de caramelo de manzana. Un ojo miro a un labio y el otro a una pestaña que se caía. Una sonrisa, dos caricias y un miedo atroz a ir a los parques de atracciones.
Así empezó la casualidad esperada, apresurada pero lenta a la vez porque era algo que venía hecho y que ya estaba escrito en algún tomo del Cementerio de los Libros Olvidados.

1 comentario

mama osa -

¡¡¡¡que bonito!!!!