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hidenka y sus lunares

diarreas fellinianas

diarreas fellinianas
Deslizando la mano suavemente por debajo de la almohada me encuentro un lunar perdido de color blanco. Un copo de nieve que cayó sólo, sin el resto de la nevada.
Debería estar tirado en una cima cualquiera, dejándose llevar para convertirse en agua durante el deshielo y desaparecer. Pero se escapó y eligió venir a mi habitación a contemplar una fotografía de Clara Bow conmigo. Ella no lo sabe pero hace días que la observo desde la ventana de mi ordenador personal.

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